miércoles, abril 25, 2018

Cáceres, moderna y cosmopolita


© Jorge Rey. Diario HOY
«La regla de la creencia del vulgo es la posesión. Sus ascendientes son sus oráculos; y mira como una especie de impiedad, no creer lo que creyeron aquellos. No cuida de examinar qué origen tiene la noticia: bástale saber, que es algo antigua para venerarla, a manera de los egipcios que adoraban el Nilo, ignorando dónde o cómo nacía, y sin otro conocimiento que el que venía de lejos. […] ¡Qué quimeras, qué extravagancias no se conservan en los pueblos a la sombra del vano pero ostentoso título de tradición! ¿No es cosa para perderse de risa el oír en este, en aquel, y en el otro país, no sólo a rústicos y niños; pero aun a venerados sacerdotes, que en tal o tal parte hay una mora encantada, la cual se ha aparecido diferentes veces? Así se lo oyeron a sus padres y abuelos, y no es menester más. Si los apuran, alegarán testigos vivos que la vieron; pues en ningún país faltan embusteros que se complacen en confirmar tales patrañas. […] Esto es lo que siempre sucedió; esto es lo que siempre sucederá; y esto es lo que eterniza las tradiciones más mal fundadas, por más que para algunos sabios sea su falsedad visible. Una especie de tiranía intolerable ejerce la turba ignorante sobre lo poco que hay de gente entendida, que es precisarla a aprobar aquellas vanas creencias que recibieron de sus mayores, especialmente si tocan en materia de religión. Es ídolo del vulgo el error hereditario. Cualquiera que pretende derribarle, incurre, sobre el odio público, la nota de sacrílego. En el que con razón disiente a mal tejidas fábulas, se llama impiedad la discreción; y en el que simplemente cree, obtiene nombre de religión la necedad. Dícese, que piadosamente se cree tal o tal cosa. Es menester para que se crea piadosamente, el que se crea prudentemente; porque es imposible verdadera piedad, así como otra cualquiera especie de virtud que no esté acompañada de prudencia». Discurso XVI del tomo V del Teatro crítico universal, de Benito Jerónimo Feijoo —«Tradiciones populares» lo tituló, en 1733, hace doscientos ochenta y cinco años. Ahí es nada. La foto de Jorge Rey que veo en la edición digital de su periódico, el HOY, es de esta tarde, en el momento, según dice el pie, de la entrega «del bastón de mando de la ciudad a la Patrona, a su llegada a Fuente Concejo». El bastón de mando, sí. Otra metáfora.

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