lunes, septiembre 12, 2011

Rinaldo Froldi

© Fotografía de Esther Martínez Luna. Bolonia, junio de 2011
Por José Checa Beltrán, que me ha enviado copia de la necrología que publicó el sábado en el diario ABC, he conocido hoy la noticia de la muerte del hispanista italiano Rinaldo Froldi (Milán, 1924) el pasado miércoles día siete de este mes. En junio estuvimos con él en Bolonia. Tuvo la gentileza de pasarse por la sala en la que desarrollábamos las sesiones de nuestro Seminario sobre Lecturas europeas del legado español (1700-1808), en el que le homenajeamos. Allí, en su casa, en la sede de una de sus grandes contribuciones al dieciochismo, el Centro di Studi sul Settecento Spagnolo de la Universidad de Bolonia, fundado por él en 1981, vivimos un emotivo reencuentro. Estuvo en Cáceres en noviembre de 2004, en el simposio que organizamos con motivo de los doscientos cincuenta años del nacimiento de Juan Meléndez Valdés, el poeta illuminista al que dedicó algunos trabajos fundamentales de la bibliografía dieciochista, como su libro de 1967, que hace muchos años tuvo la gentileza de enviarme junto a un ejemplar de la revista Spicilegio Moderno, que codirigió en su departamento. Muy afectuoso, se deshacía en elogios por las atenciones que recibía, merecidamente. Una mañana, aquí, al lado de casa, en la plaza de San Juan, me confesó su felicidad por encontrar en el quiosco de la prensa el Corriere della sera con un día de retraso. Uno de sus últimos trabajos publicados ha sido un ensayo sobre las tragedias de Nicasio Álvarez de Cienfuegos, aparecido en el volumen 10 de los Cuadernos Dieciochistas, de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII a la que Rinaldo Froldi pertenecía. Descanse en paz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Miguel Ángel:
Soy dieciochista y comparto contigo el dolor por la pérdida de uno de los grandes hispanistas italianos de estos tiempos y maestro y guía de dieciochistas. Comparto también tu breve retrato del maestro Rinaldo: agudo y perspicaz dieciochista, pero sobre todo excelente persona, humilde y siempre generoso. Atesoro, como recuerdo personal, su correspondecia, las postales y correos que en estos últimos años me enviaba desde Bologna y Volterra y su generoso prólogo a mi trabajo sobre España e Italia en el XVIII. Que descanse en paz. Un saludo y felicitaciones por el blog
Franco Quinziano - francoquinzi@msn.com

Miguel A. Lama dijo...

Gracias, Franco.

Anónimo dijo...

Un cordial saludo y seguimos en contacto a través del blog.