viernes, mayo 04, 2007

Modos poéticos del compromiso


Un ensayo sobre la poesía de Víctor Botas publicado por Llibros del Pexe en 2004, un libro de poemas, Babilonia, mon amour, con Joaquín Juan Penalva, publicado como accésit al “V Premio de Poesía Dionisia García-Universidad de Murcia” (2005), y ahora esta Poesía en pie de paz. Modos del compromiso hacia el tercer milenio (Valencia, Pre-Textos, 2006), son parte de la bibliografía que tengo y conozco de Luis Bagué Quílez (Palafrugell, Gerona, 1978), estudioso de la poesía española contemporánea, crítico y poeta, que fue Premio Ojo Crítico de RNE y Premio Joaquín Benito de Lucas.
Poesía en pie de paz obtuvo el IV Premio Internacional “Gerardo Diego” de Investigación Literaria, que convoca la Fundación Gerardo Diego con el apoyo del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander, y tras él atisbo la presencia de una persona sabia y muy estimada como Ángel L. Prieto de Paula, crítico y profesor en la Universidad de Alicante, en la que se doctoró el autor de este libro.
Acabo de participar —junto a F. Javier Díez de Revenga, que fue componente del jurado de esa edición del Premio “Gerardo Diego”— en el tribunal de una tesis doctoral sobre la biografía literaria en España entre 1926 y 1936, redactada por Manuel Pulido y dirigida por José Luis Bernal Salgado, que tiene un planteamiento similar. En este caso, el de Luis Bagué, el análisis del compromiso de la poesía moderna y de los géneros poéticos de la nueva lírica social y sus temas recurrentes, se envuelve con una revisión teórica del concepto de compromiso en la posmodernidad y una revisión más descriptiva de la poesía española en los últimos veinte años del siglo pasado. Y se llega al análisis particular de cuatro ejemplos, cuatro libros de poemas: El día que dejé de leer El País, de Jorge Riechmann, Cinco años de cama, de Roger Wolfe, La semana fantástica, de Fernando Beltrán, y La intimidad de la serpiente, de Luis García Montero.
Antonio Orihuela, Javier Rodríguez Marcos, Benjamín Prado, Ángel Petisme, Juan Bonilla... son autores que se recogen con cierto detenimiento en las páginas de Luis Bagué como ejemplos de un ejercicio, en la secuencia esporádica de un poema o de varios, de estética ideológica. Por cierto, ¿qué le habrá pasado a mi ejemplar? Tiene más de un centenar de notas 1, y casi otro tanto de notas 2. Sólo una veintena de notas 3 y cuatro notas 4. Quiero decir que las notas al pie no tienen una numeración corrida, sino que recomienza en cada página con notas. El tratamiento de la bibliografía ‘de mi ejemplar’ también es gustosamente singular: la general, que se divide, en las fuentes secundarias, en aquellos estudios sobre poesía y modernidad y en aquellos otros sobre poesía y cultura españolas hacia el tercer milenio; y en cuanto a las referencias primarias, en obras de poesía española contemporánea —están de aquí Ada Salas, Álvaro Valverde, Javier Rodríguez Marcos, Antonio Méndez Rubio y José Luis García Martín—y en antologías poéticas; y la bibliografía específica referida a los cuatro autores: Beltrán, Riechmann, Wolfe, García Montero.
Este libro de Bagué es una buena guía para moverse por ese panorama poético de la diversidad, cuyos valores, deudas, incoherencias, certero sentido lírico, lagunas ciegas, falta de originalidad, hallazgos y otros pespuntes se patentizan con obras como este libro de Bagué.

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